Santa Fe enfrenta una dura prueba tras las intensas lluvias que azotaron la provincia, especialmente en el sur. Localidades como María Teresa, Arteaga, La Chispa y Christophersen se encuentran entre las más afectadas, con precipitaciones que superaron los 290 milímetros en menos de 24 horas. La situación ha provocado evacuaciones y daños materiales significativos, aunque afortunadamente no se han reportado heridos.
María Teresa: El epicentro de la crisis
La localidad de María Teresa se ha convertido en el símbolo de esta emergencia. El agua inundó gran parte del pueblo, obligando a familias enteras a abandonar sus hogares. A pesar de la gravedad de la situación, las autoridades locales, junto con Bomberos Voluntarios y Defensa Civil, trabajan arduamente para brindar asistencia a los damnificados.
El presidente comunal, Gonzalo Goyechea, explicó que la ubicación geográfica de María Teresa, situada en una zona baja, agrava la situación. El agua proveniente de los campos circundantes inunda el pueblo, dificultando el drenaje y prolongando la emergencia.
Respuesta del Gobierno Provincial
El gobierno provincial ha movilizado recursos para asistir a las localidades afectadas. Pedro Obuljen, director provincial de Protección Civil, destacó que se había advertido a los municipios sobre la posibilidad de fuertes lluvias, aunque la magnitud del temporal superó las previsiones.
Desde el Ministerio de Educación se decidió suspender las clases en María Teresa, priorizando la seguridad de los estudiantes y docentes. Se están evaluando de manera continua las condiciones para determinar cuándo se podrán retomar las actividades escolares.
Un desafío continuo
La contención del agua proveniente de los campos sigue siendo el principal desafío. Las autoridades están buscando soluciones para evitar que la situación se agrave y para garantizar el bienestar de los habitantes de las zonas afectadas. La colaboración entre los distintos niveles de gobierno y la solidaridad de la comunidad son fundamentales para superar esta crisis.
La situación en Santa Fe sigue siendo crítica, y se requiere un esfuerzo coordinado para mitigar los efectos del temporal y reconstruir las zonas dañadas. La prioridad es brindar asistencia a los damnificados y garantizar su seguridad y bienestar.