Polémicas arbitrales sacuden Champions: ¿Favorecen o perjudican?

La Champions League siempre trae consigo jugadas controvertidas que encienden el debate sobre la imparcialidad arbitral. La reciente jornada no fue la excepción, con partidos como el del Barcelona contra el PSG y el Villarreal contra la Juventus generando intensas discusiones sobre las decisiones tomadas en el campo.

Barcelona vs. PSG: Un arbitraje bajo la lupa

El encuentro entre el Barcelona y el PSG estuvo marcado por varias acciones polémicas. En primer lugar, la afición culé reclamó un posible penalti sobre Éric García, una jugada que el árbitro Michael Oliver desestimó. Sin embargo, la controversia más grande surgió tras una dura entrada de Frenkie de Jong sobre Nuno Mendes.

Analistas arbitrales como Pérez Burrull de Radio MARCA, fueron contundentes: "La acción del centrocampista del Barcelona es suficientemente peligrosa y sin posibilidad de jugar el balón como para ser tarjeta roja". A pesar de las protestas del cuerpo técnico del PSG y del propio Nuno Mendes, el VAR no intervino y De Jong permaneció en el campo.

¿Error arbitral decisivo?

Las críticas hacia la actuación de Michael Oliver no se hicieron esperar. Se cuestionó su criterio al no mostrar la tarjeta roja a De Jong, una decisión que pudo haber cambiado el curso del partido. Además, se sumó la polémica por un posible penalti no cobrado a favor del Barcelona, generando aún más interrogantes sobre la imparcialidad del arbitraje.

Villarreal vs. Juventus: La polémica también presente

El partido entre el Villarreal y la Juventus también tuvo su cuota de controversia. Una caída de Nicolas Pépé en el área de la Juventus generó reclamos de penalti por parte de la afición local. Sin embargo, el árbitro consideró que el contacto no fue suficiente para señalar la pena máxima.

Estas acciones demuestran que el arbitraje sigue siendo un factor determinante en la Champions League. Las decisiones tomadas en fracciones de segundo pueden influir en el resultado final de un partido, generando frustración y polémica entre jugadores, entrenadores y aficionados. El debate sobre la necesidad de implementar tecnologías que ayuden a reducir los errores arbitrales sigue más vigente que nunca.

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