El sueño de campeonato de los Indiana Pacers podría haber sufrido un duro golpe. En el crucial Juego 7 de las Finales de la NBA contra Oklahoma City Thunder, la estrella del equipo, Tyrese Haliburton, sufrió una preocupante lesión en la pierna derecha.
El incidente ocurrió durante el primer cuarto del partido. Haliburton, intentando una jugada hacia la canasta, cayó al suelo sin contacto aparente. Inmediatamente mostró signos de dolor y frustración, golpeando el parqué con evidente molestia. El personal médico lo atendió durante varios minutos antes de ayudarlo a retirarse a los vestuarios, con una toalla cubriendo su rostro.
Los Pacers confirmaron poco después que Haliburton sufrió una lesión en la parte inferior de la pierna derecha y no regresaría al partido. Las repeticiones mostraron lo que parecía ser un movimiento extraño en la parte posterior de su pierna, lo que generó aún más preocupación entre los aficionados y el equipo.
“Es desgarrador, hombre”, declaró Myles Turner, pívot de los Pacers, durante una entrevista en el entretiempo. “Es desafortunado… pero lo respaldamos”.
Haliburton, que ya había estado lidiando con molestias en la pantorrilla durante la serie, había recibido tratamiento intensivo para poder jugar los últimos partidos de las Finales. Su ausencia representa un duro golpe para las aspiraciones de los Pacers, que buscaban su primer título desde 1973 (cuando aún pertenecían a la ABA).
El Impacto en las Apuestas
Antes del partido, Oklahoma City era favorito por 7 puntos en las casas de apuestas. La lesión de Haliburton, sin duda, influirá en las cuotas de los apostadores a medida que avance el juego. Los Thunder, que buscan su primer campeonato desde que se mudaron a Oklahoma City en 2008, podrían verse impulsados por la baja de una figura clave en el equipo rival.
¿Podrán los Pacers sobreponerse a la adversidad?
La pregunta que se hacen todos es si los Pacers podrán sobreponerse a la lesión de su estrella y mantener vivas sus esperanzas de campeonato. La respuesta se verá en el desarrollo del Juego 7, un partido que ya de por sí era crucial y que ahora adquiere tintes dramáticos.