Lanús se impuso 2-0 a Huracán en un partido electrizante por los octavos de final de la Copa Argentina, clasificando así a la siguiente ronda. El encuentro, disputado en el estadio de Quilmes, estuvo lejos de ser tranquilo, con goles espectaculares, decisiones arbitrales controvertidas y momentos de alta tensión que mantuvieron a los espectadores al borde de sus asientos.
Un Segundo Tiempo Explosivo
El primer tiempo fue un preludio de lo que vendría después. La verdadera acción se desató en la segunda mitad, comenzando con un polémico tiro libre a favor de Lanús. La falta sobre Salvio generó airadas protestas tanto del banco de Huracán como de los propios jugadores de Lanús, quienes reclamaban un penal al considerar que la supuesta infracción había ocurrido dentro del área.
Sin embargo, la controversia no opacó la belleza del golazo de Sasha Marcich, quien convirtió el tiro libre con un zurdazo impecable que se coló en el ángulo, desatando la euforia en la parcialidad Granate.
Penal, Polémica y Otro Golazo
Poco después, el árbitro Zunino sancionó un penal a favor de Lanús por una falta sobre el propio Salvio. El Toto se encargó de ejecutarlo, pero su remate fue adivinado por el arquero de Huracán, Meza. La jugada no estuvo exenta de polémica, ya que se observó un adelantamiento del guardameta al momento del disparo, lo que podría haber justificado la repetición del penal.
Para sellar la victoria, Dylan Aquino marcó otro golazo para Lanús, definiendo con precisión al segundo palo y dejando sin opciones al arquero de Huracán.
El Final Caliente
El partido culminó con un incidente entre Miljevich y Medina, donde el primero propinó un cabezazo al segundo. Sorprendentemente, el árbitro solo mostró la tarjeta amarilla, generando aún más controversia en un encuentro que ya venía cargado de emociones y decisiones discutibles. La ausencia del VAR en la Copa Argentina impidió la revisión de estas jugadas, dejando un sabor amargo en el paladar de los hinchas de Huracán.
Con este triunfo, Lanús avanza a los cuartos de final, dejando atrás un partido memorable por su intensidad, sus goles y, sobre todo, por la polémica que lo rodeó.